«if I hadn’t been very rich, I might have been a really great man.» Ciudadano Kane (1941) de Orson Wells.
Una frase que podría ser de actualidad, pronunciada hace años por Charles Foster Kane, el magnate cuya vida repasa uno de los clásicos más citados de la historia del cine. Tan sencilla como sintomática, esta breve declaración nos incita a la reflexión que encierra toda la película sobre el poder y la alienación que produce el contacto con él. ¿Realmente aquel niño del trineo hubiese sido un hombre tan distinto de no poseer fortuna? ¿Es posible ser rico y seguir siendo un buen hombre?
Disculpen la calidad:
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