La película Charlie y la fábrica de chocolate (2005), dirigida por Tim Burton y basada en el homónimo libro de Roald Dahl, narra la historia del estrambótico dueño de una fábrica de dulces. Willy Wonka (Johnny Deep) se descubre después de muchos años ante los niños ganadores de la visita guiada por la increible factoría, entre los que se encuentra el pequeño Charlie. El premio se concedió en forma de billetes dorados escondidos en 5 de los miles de chocolatinas que produce la fábrica. Lo que no nos imaginamos es que Nestlé fabricó más de 100.000 chocolatinas para el film, de las cuales 1.850 eran comestibles.
Pero quizás una de las imágenes más impactantes de todo el universo creado en esta fantástica obra sea la estancia del río de chocolate. Sin embargo, esta dulce imagen lleva detrás un reto de producción. Para elaborar el río de cacao líquido que se desborda por la empresa Wonka, Burton utilizó un suministro continuo de 740.000 litros de chocolate en movimiento. De éstos, aproximadamente 120.000 fueron para la cascada y 630.000 para el río, que medía 54 metros de largo y entre 7,5 y 12 metros de ancho. Como anécdota, cabe contar que una cámara se cayó al río de chocolate durante el rodaje, accidente que costó unos 500.000 dólares. Para hacernos una idea del intenso trabajo que hay detrás basta con decir que para construir el barco de cristal que navega por el río de chocolate hicieron falta 20 semanas.
Sabiendo esto resulta todavía más impresionante.
Aquí dejo el trailer corto, donde aparece fugazmente todo lo que he nombrado acompañado de una de la mejores canciones de los Oompa Loompa. Disfrutadlo!
IluCine 